61.- El Signo de la Cruz

La historia cuenta que en unos de sus viajes por Italia el fuerte jugador Paolo Boi conocido como "El siracusano" (1528-1598) es retado por una bella mujer. Paolo aceptó considerando que sería una sencilla victoria. A medida que iban pasando las jugadas se dio cuenta que su rival tenía un nivel por encima de sus acostumbrados rivales. Repentinamente un ángel susurro a su oído que estaba jugando con el diablo, y se dio cuenta que se encontraba ante un dilema: si ganaba, la venganza del demonio sería terrible, y si perdía era posible que su alma seria arrebatada. De esta forma Paolo Boi debía salir de este "problema" dentro y fuera del tablero